Diputado Urbiola denos la cara a las mujeres que estamos detrás de usted

Virginia de los Ángeles García Quijano

Fernando Urbiola Ledesma. Foto: Especial.

El ejercicio de audiencias públicas, que en un inicio fue reconocido por plural, democrático, innovador y hasta el momento sin precedentes en los 14 estados de la republica donde se ha aprobado los cambios a las constituciones locales, se desarrollaron con 159 audiencias, de las cuales 110 se manifestaron en contra de la iniciativa de ley presentada por el Diputado Fernando Urbiola.

110 Audiencias en contra, que resultaban mas del doble de las presentadas a favor, 110 iniciativas en contra argumentadas con conocimiento, con razón desde la ciencia, desde la ley, desde los derechos de la mujeres, desde la realidad social de las queretanas, desde la realidad histórica de las mujeres, 110 audiencias que hombres y mujeres de diferente ámbitos y saberes exponían ante una cámara de diputados que cada día se iba volviendo mas estéril, 110 audiencias que para el Diputado Urbiola eran la minoría, (en una más de sus desafortunadas entrevistas ante la prensa), 200 personas en su mayoría mujeres y hombres jóvenes exigiendo el 1 de septiembre su derecho a ser escuchado, no fueron vistos.

No nos veía, no respondía a una demanda pública, a una ciudadanía que pedía escucha, que exponía su voz y sus argumentos.

El martes 1 de septiembre en la más cobarde e indigna de las actitudes, las y los diputados aprobaron la modificación al artículo segundo constitucional, no se encontraba el punto en la orden del día, no permitía el ingreso a la llamada “minoría” a las llamadas “las organizaciones de siempre”, a nosotras y nosotros los que querían invisibilizar en el discurso y en lo real ,no merecíamos de las y los diputados la escucha de nuestras demandas, de nuestro dolor por el retroceso histórico y la perdida de derechos de las mujeres.

Las y los diputados no pudieron pararse frente a nosotras y nosotros en un ejercicio de dignidad y respeto por la ciudadanía a la que representan y en un acto tan simbólico como grotesco, ingresaron a la sesión por una ventana, escondiéndose de quienes son sus representados y representadas.

Un grupo de mujeres y hombres ingresamos a la galería del congreso, pidiendo, exigiendo, como un acto de dignidad de nuestros representantes voltear a mirara las mujeres sobre quienes la ley tendría efecto, quienes somos la “minoría” de la que habla, quìenes somos las que hemos decidió abandonar el planeta del silencio para no volverlo habitar.

Diez minutos gritamos “DIPUTADO URBIOLA DENOS LA CARA A LAS MUJERES QUE ESTAMOS DETRÁS DE USTED” diez minutos esperamos una prueba de dignidad, diez minutos esperamos que el hombre que decidió iniciar una cruzada por el control del cuerpo de las mujeres, respondiera, diez minutos de una consigna que se veía menguada por el dolor y las lagrimas esperamos que el diputado Urbiola pudiera MIRARNOS, diez minutos de consignas desde la dignidad, fueron el epígrafe de el cierre de la legislatura.

La decisión de pasar a la historia como cobardes muestra que la “minoría” no somos las organizaciones, no somos los hombres y mujeres que estamos en contra de la iniciativa, ahora reforma en la constitución, la minoría son los indignos representantes ciudadanos que decidieron ingresar por la ventana traidora de la historia.