lunes, 7 de septiembre de 2009

Crónica de una prohibición del aborto anunciada



"Sepultaron" diputados derechos de la mujer: opositores


Sábado, 05 de Septiembre de 2009 13:01

Alfredo Rodríguez


Los Provida madrugaron más que cualquiera. Llegaron desde las 6:30 de la mañana. Misteriosamente, un diputado les abrió las puertas del edificio y llenaron la única galería para invitados.
Dos horas después, cuando se juntaron los opositores a la reforma –de luto, vestidos de negro-, encontraron cerrado el lugar.

Unos minutos antes de las nueve, el recinto fue abierto. Unas 70 personas entraron hasta al patio con pancartas bastante explícitas:

“Reforma: retrógrada, misógina, miserable”, rezaba una de ellas. Cuando los inconformes intentaron entrar a la galería de invitados, personal de seguridad les impidió el paso, argumentando que el lugar estaba lleno.

Mientras tanto, un grupo de manifestantes se apostó a la entrada del edificio en espera de los diputados, pero nunca llegaron. Hubo confusión, hasta que alguien gritó: “¡Se están metiendo los diputados por atrás, por una ventana!”.

Los manifestantes corrieron con sus cartelones hasta el lugar, pero no llegaron a tiempo, la mayoría de los legisladores ya estaba adentro y la sesión había iniciado.

Pocos minutos después, a través de las bocinas del patio, los opositores escucharon sin sorpresa la votación: 21 diputados a favor de la reforma y ninguno en contra.

Crecieron los gritos, los cantos, los bailes, luego, los inconformes aprovecharon un descuido para entrar a la antesala del pleno. Desde ahí mostraron sus mantas y cantaron consignas.

Mientras tanto, en la galería de invitados, a sólo un piso de distancia, los Provida comenzaron a inquietarse. Muchos de ellos, familias completas y personas adultas, vieron preocupados cómo tres opositores se ‘colaron’ hasta donde estaban.

Huevos, consignas y desnudos fueron parte del ‘recital’ de reclamos

Las consignas se escucharon cada vez más cerca. Un par de familias prefirió salir del lugar, los demás los imitaron de inmediato. “Al fin que ya pasó lo importante”, se excusó un hombre.

Los opositores tomaron la galería de invitados, desde ahí vieron de frente a los diputados, acomodaron sus pancartas y luego sacaron dos cartones repletos de huevos. “¡Les trajimos un regalo! ¡Les hacen falta!”, les gritó una mujer. Ante el inminente bombardeo, la mayor parte de los diputados corrió a resguardarse.

Por un momento, el presidente de la Mesa Directiva, el panista Ricardo Martínez Rojas Rustrián, interrumpió su lectura. Marco Antonio León Hernández le aconsejó que continuara leyendo, que no hiciera caso de los gritos, otros diputados hacen lo mismo.

Rojas Rustrián siguió hablando, pero los gritos de los opositores superaban su voz: “Perdieron los elecciones por indignos, diputados, vean las cifras, los queretanos y las queretanas estamos en contra de esa ley”, les gritaba una de las manifestantes desde lo alto.

“Hicieron acuerdos ‘por debajo del agua’, esto fue un simulacro, es una cobardía, no son los representantes que las y los queretanos merecemos, no nos representan, diputados, dennos la cara, no impongan su moral, esto es absurdo.

“Diputados, diputadas, volteen a vernos, vean a la ciudadanía que no quisieron ver en las audiencias a las que no se presentaron”.

‘Ni un voto al PAN, ni un voto al PRI’

Cuando la presidenta de la Comisión de Salud en la LV Legislatura, Sonia Rocha Acosta, tomó la palabra, también arremetieron en su contra: “diputada, es vergonzoso su lugar en la historia, dennos la cara a las mujeres. Las mujeres se lo demandarán”.

De ahí en adelante cantaron en coro: “Ni un voto al PAN, ni un voto al PRI”.

Pero el más recriminado fue el diputado Fernando Urbiola Ledesma, quien volteó un par de veces a mirar a los inconformes, luego de que durante varios minutos lo increparon.

“No sea cobarde, dennos la cara diputado Urbiola, voltee, dennos la cara, las mujeres somos ignoradas”, le exigieron.

Terminada la sesión, los diputados huyeron sigilosamente del pleno, mientras que los inconformes los despidieron a gritos: “¡Asesinos, asesinos, asesinos, asesinos!”.Varios opositores entraron corriendo al pleno, cargaron una corona de flores y la colocaron en la tribuna.

“Estamos de luto las mujeres queretanas, porque los diputados no nos representan, las y los diputados de esta cámara vendieron nuestros cuerpos, por favores, por dinero, pero no para mejorar nuestras circunstancias. Estamos de luto, porque mujeres queretanas seguirán muriendo, porque las y los diputados no decidieron apostar por la mujeres, por su educación, por su salud sexual, por abortos dignos y seguros…”, argumentó una de las opositoras.

‘Me avergüenza que usted me represente’

El discurso fue interrumpido: una mujer se paró en lo alto de la sala y dejó desnudo su torso. “Este cuerpo es mío y yo decido, este cuerpo es mío, no es suyo”, reclamó a los pocos diputados que estaban aún en la sala.

El acto despertó un largo aplauso y el júbilo entre los opositores.

Al final, el pleno estaba lleno de manifestantes y sólo quedó Martínez Rojas Rustrián, al que los inconformes no dudaron en cuestionar directamente.

- Yo quisiera respetarlo, pero me avergüenza que usted me represente, le dijo una inconforme.
- No hay problema, respondió tranquilo el diputado.
- No, sí hay mucho problema.
– Pero no de parte mía.
-Claro que no, porque no es usted el que va a abortar, porque usted no vive en la Sierra, usted no es de esa población, claro que no es por usted, es por esas mujeres que estamos aquí.

“Ustedes vendieron nuestros cuerpos, nuestros derechos y salen de la Legislatura con los bolsillos llenos. Claro que es nuestro problema, definitivamente”, le dijo indignada y se retiró.

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