La iglesia Católica condenó la distribución de la cartilla de salud a la población de
El Arzobispo José Guadalupe Martín Rábago señaló que
Es necesario, agregó, que la cartilla sea reelaborada con la intervención de los padres de familia.
"Métodos abortivos como forma de educarse usualmente es totalmente indebido, ya hemos señalado muchas veces que el aborto es un homicidio, aunque se le llame de una manera más elegante, interrupción del embarazo", dijo el prelado.
En esa cartilla, insistió, invita al uso irresponsable de la pastilla o píldora cuando se requiere una educación sexual integral.
"Querer que los jóvenes vayan empezando su iniciación en el campo de la sexualidad estimulándolos para que vivan una vida sexual prácticamente descontrolada y por si alguna cosa se equivocaron y hay consecuencias se les pide simplemente que acudan a la pastilla o la píldora del día después, esto es simplemente una invitación a una vida en el fondo como se dice aquí, de falta de respeto al uso de una sexualidad responsable", enfatizó.
En junio el gobierno federal inició la distribución de las nuevas cartillas de salud a más de 25 millones de alumnos de preescolar, primaria y secundaria, así como a un millón 700 mil trabajadores de la educación de todo el país.
En general, dijo el Arzobispo, es una labor loable la distribución de ese material, por tener la finalidad vigilar la salud y diagnosticar las enfermedades que impidan el aprendizaje.
Sin embargo, merece especial atención la cartilla para adolescentes que recomienda el método abortivo de emergencia y el preservativo.
A
No hay claridad en muchos conceptos como por ejemplo: pone en el mismo nivel a niños de 10 años y adolescentes de 19. Habla de los derechos de los niños y no de los deberes, se dirige a los niños y no a los padres, acotó.
"El otorgamiento de los métodos anticonceptivos, el preservativo y la anticoncepción de emergencia están fomentando que los adolescentes caigan en la trampa del hedonismo por ende en una temprana vida sexual", argumentó Martín Rábago.
Preocupa "que los padres de familia no ejerzan su derecho a la formación y educación de sus hijos hacia una sana vida sexual", concretó el arzobispo.
El jerarca de
"Esto sólo será posible, si los padres de familia asumen sus derechos y el deber de atender a sus hijos en este aspecto, si el gobierno colabora con ellos provocando el diálogo con las asociaciones de padres de familia a nivel local y nacional y si juntos diseñan una cartilla nacional de salud que respete la vida humana y la dignidad de la persona humana", puntualizó.
Martín Rábago señaló que ha habido muchos pronunciamientos de parte de asociaciones nacionales de padres de familia y a nivel estatal manifestando su preocupación.
"Yo esperaría que quienes tienen la responsabilidad en el campo federal y por lo que se refiere también al campo estatal sean sensibles, no es simplemente algo que corresponde a la iglesia católica", concluyó.
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